Biodiversidad

Corredor Ecológico y de la Biodiversidad
Antes de obtener el título de Reserva de la Biosfera, la zona ya contaba con una denominación ambiental de calidad de gran impacto. Se trata de la declaración del río Guadalupejo como Corredor Ecológico de Biodiversidad, en 2003.
El río Guadalupejo recorre los términos municipales de Guadalupe, Alía, Valdecaballeros y Castilblanco. El afluente del Guadiana, desde su nacimiento hasta su desembocadura, posee unos valores naturales de notable importancia tanto ecológica como y paisajística. Es de destacar el perfecto estado de conservación del tramo alto y bajo del río. No así la zona media del río que ha sido más duramente castigada por la explotación humana de los recursos durante siglos.
En lo que respecta a Extremadura, el Guadalupejo es el tercer afluente más importante del río Guadiana, solo por detrás del Ruecas y del Guadarranque, que discurre por la cercana localidad de Alía.

En sus más de 40 kilómetros de recorrido encontramos una flora y fauna diversa, con un paisaje que cambia en función de la época del año.
Este afluente del Guadiana nace cerca del monte Villuerca. En las proximidades de Guadalupe transita valles cerrados de cuarcita y pizarra y zigzaguea entre las rocas más duras para llegar hasta los montes de Alía. Tras este recorrido en pendiente y precipitado, su paso por Valdecaballeros y Castilblanco es más tranquilo.

A lo largo de su recorrido, pasamos por terrenos virginales y riberas, árboles altos y helechos a las orillas del río, que se mezclan con otros arbustos como la jara y el brezo. Conforme bajamos, la apariencia del paisaje cambia radicalmente dando paso a una vegetación escasa, acompañada tan solo por encinas. Este paisaje tan desolador se debe a una dejadez por parte de los seres humanos, que han aprovechado estos tramos, ampliamente y durante siglos, para la ganadería y para la recogida de la leña, sin tener en cuenta el impacto en la biodiversidad. En Almansa, el paisaje recupera parte de su flora y de su fauna. En la zona lindante con la nuclear desmantelada de Valdecaballeros encontramos un embalse y toda la riqueza propia de un ecosistema fluvial.

En muchos puntos del recorrido encontramos especies animales y vegetales de gran interés. En cuanto a la flora destacamos-sobre todo en el tramo de la nuclear- los árboles de ribera como álamos y chopos, de galería como los sauces y plantas palustres como nenúfares y carizos. También encontramos a lo largo del curso del río bosques de fresnos, de aluviales residuales y prados mediterráneos de hierbas altas y juncos. En los márgenes del río tienen un gran impacto los pastizales de gramíneas y anuales, y los bosques mixtos de encinas (quercus ilex) y alcornoques (quercus suber).
Dentro del apartado faunístico, cuenta con gran cantidad de especies, entre las que podemos destacar: nutria, musaraña, gato montés, garduña, cigüeña blanca y cigüeña negra, búho real, autillo, águila real, águila calzada, águila culebrera e imperial, milano real y común, elanio azul, azor, gavilán, cernícalo primilla. También en el medio acuático podemos encontrar aves como el somormujo lavanco, cormorán grande, zampullín chico, cigüeñuelas, chorlito gris, chorlitejo chico, y un largo etcétera. En el río observamos gran abundancia de pardillas y cachuelos.

Otros sellos para la preservación
Otro reconocimiento con el que cuenta el río Guadalupejo es la denominación de Lugar de Interés Comunitario. Este sello se otorga a aquellas zonas de Europa con potencial para la conservación y restauración del hábitat natural de la flora y la fauna silvestre.
También los límites del Guadalupejo coinciden con dos zonas ZEPA (Zona de Especial Protección para Aves). La ZEPA Villuercas e Ibores, coincidente con la zona del nacimiento del río y la ZEPA de Puerto Peña y Sierra de los Golondrinos que coincide con el término del río y las localidades de Valdecaballeros y Castilblanco.
Enlaces de Interés:
Ruta a la Cueva de los Maragatos. Nacimiento del río Guadalupejo